¿Qué es el Síndrome emprendedor de las 3 P?

Síndrome emprendedor de las 3 P: Si tu objetivo es emprender a través de un negocio exitoso te conviene conocer cuales son las 3 «P» que pueden detener tu progreso. En este artículo descubre cuál es el síndrome emprendedor de las 3 P

¿Qué es el Síndrome emprendedor de las 3 P?

Los emprendedores como tú y yo en algún momento podemos llegar a sufrir algo que me gusta denominar como “el síndrome de las 3P´s” las cuales son:

  1. Perfeccionismo
  2. Paralización
  3. Procrastinación

Estas 3 cosas son estados y acciones que afectan negativamente nuestro, negocio y otras áreas de nuestra vida.

La primera P a evitar cuando emprendes: Perfeccionismo

Si hay algo que detiene a los emprendedores rápidamente, es la idea de que todo tiene que ser perfecto antes de lanzar algo nuevo al mercado.

La idea de qué todo tiene que ser perfecto para lanzarse al mercado es un problema.

Este perfeccionismo innecesario se traduce en comportamientos comunes como sobre planificar cualquier acción y es el resultado de un miedo interno al fracaso; miedo que, impulsa a la persona a intentar controlar todas las variables de manera compulsiva para “asegurarse” el éxito de un negocio, servicio o producto.

Problemas del perfeccionismo

Esto va desde pagarle a costosos profesionales por cosas que no necesitas en este momento, hasta sobre pensar y sobre investigar todo, antes de siquiera hacer el primer movimiento llegando a concretar nada porque nunca se dan las condiciones ideales.

Para un emprendedor afectado con la primera “P” las condiciones del mercado o las variables relacionadas con su negocio tienen que ser “perfectas”, sus productos implacables y su propuesta de valor impecable.

Teoría vs practica en el emprendimiento

Claro, ser perfeccionista suena genial en la teoría, pero en la práctica es un mundo completamente diferente porque siempre nos encontramos mejorando, rediseñando nuestra propuesta de valor y muchas cosas más. Por lo que no es un proceso estático y la perfección es algo que realmente no podemos alcanzar.

Por qué ser perfeccionista no sirve en los negocios

No me malentiendas ser perfeccionista es una cualidad positiva, nos permite mejorar las cosas y nos obliga a ponerle más empeño y dedicación a lo que hacemos, sin embargo.

El perfeccionismo funciona en la teoría, pero no en la práctica.

Ejemplo de por qué el perfeccionismo no sirve en los negocios

Para lanzar un producto nuevo hay que tomar en consideración múltiples variables tales como: la manera en cómo se promociona, su packaging, su calidad, el lugar en donde se va a distribuir, su precio, la estrategia y mucho más.

Si nosotros nos ponemos en la tarea de dejar “perfectos” todos estos ítems o variables, notaremos rápidamente que se vuelve una tarea titánica y prácticamente imposible de cumplir.

Esto se traduce en un agujero negro de tiempo que puede matar nuestros proyectos y hacer que tu producto o servicio soñado nunca vea la luz del día.

Para evitar esto, tienes que aceptar las fortalezas y debilidades de tu negocio, producto o servicio y priorizar lo que necesitas corregir primero y delegar lo secundario para futuros ajustes.

No existen productos perfectos, solo mejoras.

Tu producto no tiene que ser perfecto cuando lo lances al mercado, para eso existen las mejoras y ajustes que se hacen con el paso del tiempo. Solamente observa  como plataformas como Facebook han cambiado su marca e interfaz de usuario múltiples veces hasta llegar a lo que es hoy.

Toma en cuenta que requiere mucho tiempo, conocimiento e inversión de dinero dejar todo “perfecto”. Así que mejor, utilizar sabiamente estos recursos en aquellas prioridades que tengas primero y posterga lo secundario para después.

La perfección por definición no es alcanzable así que sin importar lo que hagas siempre habrá errores aquí y allá. Los emprendedores que no aceptan esta realidad y persiguen inútilmente el perfeccionismo principalmente por miedo al fracaso y terminan irónicamente fracasando.

Los emprendedores que son muy perfeccionistas terminan abandonando su propio proyecto, por no cumplir con sus irrealistas estándares perdiendo mucho tiempo (e inclusive dinero)  por paralizarse y no dar siquiera el primer pasó.

Nunca olvides que la sobre planificación puede matar tu negocio si nunca pasas a la acción.

La segunda P a evitar cuando emprendes: Paralización

Los empresarios más experimentados toman decisiones a diario, la mayoría de las veces por intuición y datos. Esto es porque es casi imposible predecir con exactitud qué va a pasar si se elige la opción “A” en lugar de la opción “B”.  Por ello, no pierden tiempo en romperse el cráneo y toman su decisión usando la información que ya tienen y un poco de lo que les diga su corazón. 

Sin embargo hay emprendedores que se paralizan completamente ante opciones casi iguales que no le dejan en claro sus resultados.

Empiezan a investigar y discutir con sus socios una posible respuesta correcta de manera nerviosa, con la inocente intención de reducir el margen de incertidumbre a cero. Se hacen la preguntas como: ¿qué pasaría si? ¿Es este el camino correcto? O ¿y si me equivoco y mi negocio se ve perjudicado?

Y proceden a convertirse en presas fáciles para sus agiles y mucho más veloces competidores.

El peligro de paralizarte en el emprendimiento

Paralizarte ante una decisión que no puedes predecir sus consecuencias es igual de perjudicial que elegir la peor opción, porque un problema postpuesto es un problema multiplicado por 10.

Es como cuando un venado ve las luce de un auto en la carretera y en lugar de quitarse del camino para no ser atropellado se queda paralizado viendo la luz.

Así como los venados hacen esto para ajustar sus ojos hasta tener una visión clara o proceden a convertirse en una mancha roja en la carrera con los emprendedores paralizados ocurre lo mismo.

Postergar para decidir «mejor» puede ser letal

Postergan demasiado la toma de decisión o se mortifican demasiado por la opción que escogieron y empiezan jugando el juego de los negocios a lo seguro.

Gracias a “jugar a lo seguro” y nunca tomar riesgos no crecen porque se les olvida que los riesgos altos en los negocios también involucran beneficios altos.

Estar paralizado es estancarse por miedo a tomar una mala decisión o atreverse a innovar y evolucionar a algo nuevo.

Lo importante de no paralizarte ( Síndrome emprendedor de las 3 P )

Con todo esto no te quiero decir que seas estúpido y tomes decisiones como un loco. Es ideal reflexionar, evaluar y recopilar información antes de tomar una decisión importante pero si ese proceso toma más tiempo de lo normal y prácticamente lo aplicas hasta para las decisiones más pequeñas, lamento informarte que estas paralizado.

Acepta que siempre existirá un margen de error y aprende a trabajar en un ambiente que puede llegar a ser caótico e impredecible. En los negocios todo está en constante cambio.

Puede que lo que funcione hoy no funcione mañana.

No pierdas tiempo ni dinero si no estas dispuesto a aprender a asumir riesgos.

La tercera “P” a evitar cuando emprendes: Procrastinación

Procrastinar es la acción de posponer algo de manera innecesaria, por hacer otras actividades más placenteras. Puede ser un deber, responsabilidad, actividad, reunión etc.

Procrastinar es uno de los mayores enemigos del emprendedor porque es un vampiro de tiempo. Dejar para mañana lo que se puede hacer hoy, es sinónimo de peligro, especialmente si eres un emprendedor porque significa que estas desperdiciando valioso tiempo que puedes aprovechar en tu negocio.

Para evitar la procrastinación tienes que evitar el perfeccionismo, la paralización y las distracciones que puedan hacer que te desvíes de tu objetivo.

Hay 2 umbrales de la buena y mala procrastinación:

Hacer demasiadas cosas al día sin descansar (no procrastinar en absoluto):

A diferencia de lo que muchos creen la procrastinación es necesaria en nuestras vidas. Tienes que dedicar un pedazo de tu tiempo al autocuidado y al entretenimiento para no poner tu salud mental o física en riesgo.

Trabajar en exceso tiene el efecto opuesto al deseado

Cuando trabajamos en exceso y no procrastinamos o descansamos en absoluto no siempre se traduce en resultados inmediatos de hecho no es un plan para nada inteligente a largo plazo.

Esto es porque eventualmente te ocasionaras un “burn out” y empezaras a odiar tu emprendimiento y a la existencia misma por no poder disfrutar los placeres de la vida. Además, tampoco podemos forzarnos a trabajar en cosas que no queremos hacer u odiamos demasiado.

Dedica tiempo a entretenerte y cuidarte sin sentirte culpable.

Normalmente los emprendedores hacen esto porque están hambrientos por resultados. No tienen paciencia. Así que, para acelerar esos resultados, ponen cada segundo de su tiempo en el negocio y terminan afectando las demás áreas de su vida.

Como consejo ten más paciencia y evita ser tan eficiente con tu tiempo para que tu negocio no tome control total y consuma tu vida. No procrastinar hasta el punto de llegar a ser infeliz y dejar de dedicar tiempo para ti, para tu familia o seres queridos, nunca es un plan sostenible a largo plazo.

Desperdiciar el tiempo (procrastinar demasiado):

La mayoría de personas viven como si el tiempo fuera un recurso renovable. Salen de fiesta todos los fines de semana, dejan correr las horas e incluso días frente a una pantalla con la esperanza de sentir algún tipo de placer en el entretenimiento que reciben.

Los verdaderos emprendedores, por otro lado, comprenden que este recurso es lo más valioso que tienen, incluso mucho más valioso que el dinero, los contactos o el poder.

Yo no soy quien para decirte qué hacer con tu tiempo.

Es posible que tengas mucho tiempo de sobra y vivas hasta los 100 años y por supuesto también existen los terribles accidentes o enfermedades que pueden acabar con una vida sin previo aviso.

Pero el tiempo por si solo es lo más valioso que tenemos, y cuando procrastinamos en exceso o vivimos sin ningún tipo de enfoque u objetivo más allá de estar bien, estamos desperdiciando este valiosísimo recurso.

Orlando Osorio nos comparte más información acerca de la procrastinación en este artículo: https://www.tinyrockets.app/blog/procrastinacion

Encontrar el balance entre vida laboral y personal es necesario para sobrevivir en el mundo del emprendimiento.

Si vas a emprender tienes que evitar procrastinar en exceso, está bien dedicarles 1 o 2 días a la semana a tu persona y a tu familia o apartar unas 2 – 3 horas al día para hacer actividades que genuinamente disfrutamos.

Pero, si ese plazo de tiempo de autocuidado y entretenimiento se extiende más de lo necesario, ten por seguro que tarde o temprano te vas a arrepentir; porque si algo tienen en común los objetivos, sueños y negocios, es que no se obtienen sin hacer nada.

Un día estúpido es aquel que a la hora de irte a dormir tienes más responsabilidades y cosas por hacer siguiente de las que tenías inicialmente, por otra parte un buen día tiene un balance entre responsabilidades y momentos placenteros.

Evita desperdiciar tu tiempo, evita procrastinar en exceso.

Y tú ¿qué opinas? ¿Alguna vez el síndrome emprendedor de las 3 P han afectado tu negocio?

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